sábado, 9 de junio de 2012

Fin des cours..

Que onda lectores,

Ya, ya terminó mi última semana de clases, y estoy oficialmente de vacaciones. Aunque no se si eso sea una buena ó mala noticia.

Algo muy curioso, es que a diferencia de cualquier otra semana de clases durante mi estancia, la última se me pasó eterna. Afortunadamente, se pasó muy lenta, y pude disfrutarla más. El problema, fue que ya que en algunas materias ya habíamos acabado el temario, y a que otras anulaban las clases para que los alumnos revisaran y estudiaran, tuve muy pocas horas de clase, al grado que el Viernes sólo tuve clase de Español de 11am a 12pm, y que además fue de ver película.

Ayer, para lo que sería el último día de clases del liceo, muchos de mi generación se disfrazaron. La mayoría fueron tipo "LMFAO", por ahí se coló un Indiana Jones y unos "Hombres de negro". En el comedor, alguien llevó su guitarra y empezó a tocar, otros aventaron bombas de olor. En fin, se notaba que era el final de clases, con todo mundo relajado y con sentimientos encontrados, ya que era la felicidad de haber acabado, pero la tristeza por exactamente el mismo hecho. Ahora, imagínense como estaba yo, peor.

Más tarde, hicieron una fiesta/cena de la generación en la escuela, para todos los de "Terminale", y obvio, no podía faltar, y me tocaría despedirme de mucha gente.

Allí, por si era necesario que alguien me recordara que ya casi me iba, me llegó cada vez más el hecho de que ya estoy a prácticamente nada de volver a mi país y dejar este, que ahora también considero como mi país. 


El hecho de despedirme de amigos, maestros, del lugar al que fui prácticamente diario durante mi estancia,  fue muy difícil. Al decir "Adios" ó "Hasta pronto" a gente que al principio no te volteaba ni a ver, pero que ahora considero mis amigos, me dí cuenta de todas las amistades que fui formando aquí, y de lo integrado que me sentía a todo el grupo, a la escuela, a todo, en general. 


Tanta gente que conocí, que vi diariamente, con la que hablé, reí, aprendí, pero que no va a venir a formar parte de mi "verdadero mundo", que se queda aquí porque es su mundo permanente. Toda esa gente, que probablemente no vuelva a ver en mi vida. Eso, creo yo, es lo que más me duele al despedirme de la gente de aquí, el hecho de despedirme, y no tener la certeza de que la volveré a ver.

¿Cómo no estar triste si no tienes la certeza de que volverás a ver a toda esa gente que formó parte de un mundo en el que estabas de manera temporal?

Porque no fue lo mismo despedirme de la gente de México que de la gente de aquí. 
A la gente de México, tenía la certeza de verla después, aunque faltara un largo tiempo para que sucediera. A la gente de aquí, no le puedes asegurar nada. 


Claro, obviamente tengo la intención de regresar en un futuro, pero al menos ese futuro no se ve tan cercano. Además, si vuelvo, no sería de la misma manera ni viviendo la misma experiencia; Como ya he dicho, aunque regrese, no será como estudiante de preparatoria viviendo con familia anfitriona.

Amigos y "familia" me han dicho que de verdad tienen muchas intenciones de ir a México y claro que los recibiría con gusto, me encantaría que lo hicieran y así poder mostrarles todo mi "mundo verdadero", pero de ahí a que lo hagan, la verdad si está muy difícil, y si lo hacen, tampoco creo que sea en un futuro tan cercano.

Realmente, me siento parte de este mundo, no me imagino aún dejando este lugar definitivamente volviendo a México (y que conste que dije que no es que no quisiera volver, sino que quería que esto durara más), y cada vez me pega más el hecho de que no volveré a vivir esta misma experiencia nunca. Es más, me pone triste el simple hecho de saber que me quedan unos cuantos días aquí, y el acabar las clases fue el detalle que faltaba para mostrarme que el tiempo aquí simplemente está llegando a su fin, y los meses que el 1 de Septiembre me faltaban por encarar, corriendo sin medida, hoy se acabaron y convirtieron en únicamente semanas, días, y que a partir de ahora, cada hora, minuto y segundo, son muy valiosos.

Bueno, se acabó la escuela, que era lo que podría decirse que me mantenía apegado a lo que sería este mundo, y que talvez era lo que me mantenía con la idea de que todavía quedaba algo de tiempo aquí. Ahora, sólo queda asumir que mi experiencia como estudiante extranjero en Francia está a 9 días de llegar a su fin.

El simple hecho de pensar que serán las últimas veces que camine las calles del centro, que coma con mi familia anfitriona, que todo a mi alrededor esté en francés, me angustia y me entristece.


Hasta la próxima entrada..

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